Encontré su evangelio gracias a una persona muy especial, lo cual hace aún más especial a este escritor. Sus enseñanzas estuvieron siempre preocupadas por crear pensamientos críticos más allá de generar cultos religiosos. Saco a Caín de su oscura historia, incluso a Judas Iscariote le quito el mote de traidor. Él no vivió ni la creación de la humanidad, ni mucho menos el momento de crucifixión de Jesús o algún otro pasaje bíblico. Sin embargo vio, con su mente crítica, estos recovecos religiosos.
Su evangelio no es posmoderno, no caeremos en banalidades, su evangelio es tomado desde las propias enseñanzas de los apóstoles, es sacado directamente de los libros sagrados, la única diferencia es que él lo hizo humano, crítico, y dejo de pensar en hagiografías, historias centradas en las deidades como intocables, como incuestionables.
Se fue el último apóstol, pero nos dejo su evangelio que no dejaremos lo conviertan en apócrifo. Irá a su cielo, el que está dedicado a los críticos, el que él mismo abrió al crear a los apóstoles según Saramago.
2 comentarios:
Hola Estimado:
Me encanta tu texto de gratitud. Me lo llevo de contrabando a mi blog con su (c) preciso.
Un abrazo!
Salutos Gaby!
Ah es que además de andar entre chelas y teibols, también leo... Y ese vato la neta me gusto un chingo... pero ni hablar, se fue el último de los apóstoles... pero estará a toda madre con Caín, Judas, Lilith y demás excluidos del club de los bonitos!
Salutos Gaby, un abrazo
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