domingo, 28 de marzo de 2010

Próxima estación... Tijuana! (go back son)

Después de un buen rato de no caerle a Tijuana, así a descansarle como Dios manda, pos pa allá voy. Esta vez será un tanto entre la familia, algunos compillas y dar el rol por La Bordera. A ver qué pedo. A webo que tengo un buen de ganas de ir, de jugar con mis sobrinos, de hacer enojar a Roña Lola, de agarrar a carreta a mi primo y a mi hermana. De levantarme tardezón y que mi jefa me diga “¿qué quieres de desayunar?”, y al estar desayunando me diga “¿de comer qué vas a querer?”. Tengo ganas de eso. Si se extraña todo.

Pero también, hoy quisiera quedarme aquí. Quisiera aprovechar estos días. Quisiera conocer más. Quisiera ser más. Quisiera quedarme. Ya compre los boletos, ni pedo. Pero regreso pronto, y regreso con mucho gusto y contento. Siento diferente a otras veces que iba a Tijuana. Ahora siento diferente. Tengo ganas de regresarme pronto, y eso que aún no me voy.

Ahora leo el “come back son” como un “go back son”… Simón, así dice. Ya lo leí bien. Estoy loco, pero esos son los mejores… ¡¿verdad?!

jueves, 25 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

Heart of gold, Neil Yung



I want to live,
I want to give
I've been a miner
for a heart of gold.
It's these expressions
I never give
That keep me searching
for a heart of gold
And I'm getting old.
Keeps me searching
for a heart of gold
And I'm getting old.

I've been to Hollywood
I've been to Redwood
I crossed the ocean
for a heart of gold
I've been in my mind,
it's such a fine line
That keeps me searching
for a heart of gold
And I'm getting old.
Keeps me searching
for a heart of gold
And I'm getting old.

Keep me searching
for a heart of gold
You keep me searching
for a heart of gold
And I'm growing old.
I've been a miner
for a heart of gold.

martes, 16 de marzo de 2010

"Me dijo con la luna que me amaba y soñe bonito, me dijo con el sol que siempre no y me encabrone" -Ah no, es "y me enamore"

El fútbol nos (des)une

Hace unos meses el técnico de la selección “nacional mexicana” dio a conocer la primer lista de seleccionado. Causo “pánico”, controversia, malestares y sobre todo una serie de incoherencias entre los medios de comunicación. El listado la conformaron 23 jugadores, 4 naturalizados mexicanos o como se ha mostrado en el medio futbolístico, 4 no tan mexicanos.

Empezaron a circular comentarios pidiendo un límite de “naturalizados”. La razón es que truncan el camino a los mexicanos “de verdad”, pues parece que los naturalizados no pueden lograr ser mexicanos totalmente, aunque la documentación y leyes digan lo contrario. Argumentan que los naturalizados no tendrán el amor por la camisa, mejor dicho por lo que representan los colores de la bandera plasmados en el uniforme. Y son necesarios los “mexicanos al grito de guerra”.

Me pareció absurda tal posición, sobretodo tomando en cuenta el momento de movilización humana que se vive, donde naturalizarse a determinado país no es por amor al sitio receptor, a los nuevos colores patrios, a tener que llorar cada que se escuche o vea alguno de sus símbolos. Tiene que ver con oportunidades laborales y de vida que en el sitio de nacimiento no se dan. Así que no entendía tales posturas de comunicólogos, gente al frente de un micrófono, con pluma, de los propios jugadores, dirigentes deportivos e incluso legisladores. ¡Una autentica mamada!

Concuerdo con lo que comentó en su momento el periodista Fernando Schwartz en el diario deportivo Esto (21 de enero de 2009), criticando la postura “nativista” que se tomó, y recuerda el caso de “ex mexicanos” que han triunfan fuera del país y los naturalizados que han dado glorias al deporte “nacional”, como la china Ma Jin que entrena a las clavadistas, que tantas glorias han dado recientemente, o el cubano Raúl Barreda entrenador de velocistas, entre estos Ana Guevara. O en el mismo fútbol, el gol anotado por el no tan mexicano Matias Vouso que dio el pase a México a la siguiente fase en la eliminatoria rumbo al mundial.

Lo irracional, que a mí me parece, es que se habla de que los mexicanos tengan igualdad de oportunidades en otros países, especialmente Estados Unidos, que si pagan impuestos y trabajan como la mayoría deberían de tener las mismas oportunidades, pero y en ¿México? Aquí si se marca tajantemente diferencia entre mexicanos de primera y de segunda, pues deben de existir privilegios para los primeros, para los mexicanos “originales”. Aunque no es raro, pues como bien sabemos, los mexicanos –autoridades, organizaciones no gubernamentales, artistas, deportistas, etc.- siempre han manifestado el repudio hacia el trato que se le da a los mexicanos en Estados Unidos, y se olvidan de la frontera tan larga en que se convierte México para los centro y sud americanos. El trato que reciben en México, por mexicanos, a estos inmigrantes es en algunos, tal vez muchos, casos peor que el que reclamamos a las autoridades Norteamericanas. Pedimos mejor trato a los mexicanos, igualdad de oportunidades, pero eso se olvida en México, tanto con los “naturalizados” como con los grupos indígenas, que deberían ser más mexicanos estos últimos.

¿Amor a una nación? ¡Huevos! El nacionalismo es una postura, a mí ver, castrante, que somete y pinta a todos del mismo color. Claro, algunos desteñidos. Busca crear cohesión entre los ocupantes de un determinado territorio, busca hacernos iguales a todos, mexicanos, cobijados por el manto de una institución paternalista, que como todo buen padre castiga si lo desobedecemos. Así que no es amor, es vivir bajo reglas para evitar ser expulsado o separado. Por ejemplo, los de Tijuana para varios del centro-occidente, somos casi gringos, poco mexicanos, porque nacimos en una región que tiene más relación con San Diego que con el Distrito Federal, porque celebramos más el halloween que el día de muertos. Cuando el día de muertos es una invención, tal como se pretende realizar a nivel nacional, donde se busca justamente crear tradiciones nacionales sin tomar en cuenta las relaciones que cada región se establecen. ¿Nacionalismo? ¡Ni mis huevos son iguales!

Ahora, si nos ponemos quisquillosos, pues esa selección “nacional mexicana” no es la mía a pesar de tener los colores de mi bandera, pues se nombra la selección azteca y yo creo tener más sangre tarasca –si nos vamos al amor por el terruño o nativismos-, y como es bien sabido, éstos no tuvieron buenas relaciones con los aztecas, y dónde quedarían los otros grupos indígenas. ¿Apoco todo mexicano debe ser azteca?

Es solamente un partido de futbol, pero éste refleja mucho más que esto, que simple futbol.

PD. Y pensar que para el mundial en México 1986, el himno fue:

“México 86, México 86, el mundo unido por un balón. Mi tierra que se viste de su historia y tradición ofrece a quien la quiera su amigo de corazón”

lunes, 15 de marzo de 2010

No mamen... no soy Alicio

-Ariel, Ariel… despierta buey. Tic-tac-tic-tac.

Abrí los ojos y vi entre la penumbra una pinche sombra morrita, pero se movía un chingo. Salió de la media luz y era una rata. Mamonsisima y re mugrosa. Pensé que si estaba dormido, awebo que entonces era splinter y yo una tortuga ninja, pero nel, la rata traía un reloj que me enseñaba.

-No mames buey, ya vamos tarde, cámbiate, vámonos ya.

Y salió en chinga de la casa. La mika le puso una madrisa. Pobre rata, me dio awite y le dije a la mika

-No te eches chingaderas a la boca!

Y la soltó. Se puso en sus patas como pudo, se sacudió y volteo a ver a la mika y le soltó un chingadazo y brinco en chinga al patio, ahí entre el árbol de mango, los limones y demás ramas. Yo estaba parado en calzones, con una camisa de tirantes y descalzo, cuando la rata grito

-Que te apures buey.

-ando casi encuerado cabrón

-No, mírate bien

Ya traía ropa. Un vestidito azul con mandil blanco, medias blancas a la rodilla y unos zapatitos negros. Me deje ir en chinga tras la rata. Brinque al patio y la empecé a buscar. Y no la veía. Escuche el tic-tac-tic-tac. Seguí el sonido hasta un pinche hoyote cabrón. Me asome y no tenía madre, bien pinche hondo. Me asome más y me fui de hocico. Tarde como una hora en caer. Veía desmadre y medio en el aire. Mesas con té caliente, unas fogatas, sillas, raza leyendo, cabezas sin ojos leyendo, un pinche desmadre. Al tocar fondo, ni me dolió el madrazo. Había una mesa y unas puertas. Caminaba un poco analizando el sitio

-Qué pedo con este desmadre

-No mames pinche esplinter, no es Alicio

-Simón pinche rata, no es Alicio

Pinches voces salían de una puerta. Nomas yo estaba ahí en el cuarto, entonces supuse que hablaban de mi, pero yo iba tras la rata.

-Qué pedo culeros, salgan, no sean mamones, no les voy a hacer nada. Salgan culeros.

-Ve tú, tú lo trajiste, ve a ver qué quiere y dile si es Alicio

Salió la rata como asustada.

-¿Eres tú Alicio?

Me le deje ir a madrazos. Unas patadas en el hocico, luego que boto de la pared unos chingadazos con los puños en el hocico, cayó y patadas cabronas.

-no mames, ya esquina, esquina. Nomás quiero saber si eres Alicio

-Madres pinche rata! No soy Alicio

Seguí poniéndole en su madre. Me encabrono que me pusiera un vestido azul, a mi me gusta el rosa fucsia, y por qué no Alicia. Culera, con más coraje le di en su madre!.

domingo, 14 de marzo de 2010

"I wish I was a sailor with someone who waited for me"

Pearl Jam, Wish list

Diálocos

“Insane in the membrane, insane in the brain”, cypress hill

Preparo mi tarde-noche chingona, así siempre digo. Musicalizo el rato, un soundtrack chingón a mi vida o mejor dicho al momento, dos velas en la mesa y destapo una caguama. El vino no me gusta, ni pedo. Empiezo a vagar desde mi silla y frente a la compu. A veces regreso tarde y otras he tardado semanas en volver plenamente. Ni pedo soy re viajero y mal viajado. Me veo desde fuera, en ocasiones desde dentro o a veces ni me pelo. O como dijeran los mamones, “me veo en introspectiva”. Habló con muchos arieles, sobre muchos y al final me doy color que es el mismo buey, pero con diferentes ondas, con varios defectos, con algunas virtudes, pero el mismo Ariel buey. Que a veces muy buey, pero ni pedo, así me pasa ser y así llevo más de 30 años vividos, ya para qué cambiarle. Soy el mismo buey.

Este año me parece cabrón, pero es solamente el final. O posiblemente el inicio del siguiente, y tal vez mediados también. Nel, la neta no sé si sea mucho. Posiblemente ni sea nada y yo nomas la estoy haciendo de pedo. Le hago mucho al llorón pues. No sé a dónde me voy, pero sé qué quiero hacer y tengo varias opciones. El sitio es lo de menos, ahorita digo uno, pero falta algo de tiempo y el camino puede irse a otro lado, que es algo que no me asusta ni me mortifica. Pues sé andar y ya vengo caminando. Cuando salí de tijuas, la neta no la pensé mucho. Sabía que ya no iba a regresar, o por lo menos no tenía en mente el retorno, ni lo imaginaba como dijeran los migrologos. Mis compas se dieron color. Tristian, me lo dijo “tú te quedas por allá, no la hagas de pedo, ya no regresas”. Y así creo que será, aunque a mí nunca me dijeron “come back son”, pase varias veces por ahí y me la creí. Así que a mí también me esperan, aunque sea mi imaginación. La familia y compillas allá se quedan, acá habrá compas y familia nueva. Los de allá seguirán siéndolo, los de acá, ensancharan la clicka.

He cotorreado a muy buena raza, otra no tanto, pero no me quejo, pues ya conocí, no puedo echar pa atrás. He pasado momentos difíciles, no malos. Tenía pensando un tatuaje más de 10 años y en un arranque de, de, de algo me lo puse, ya tengo 2 y me gustan. Me ha ido de la chingada con morritas. Me ha ido a toda madre con las mismas. Así es el pedo. Me quejo poco y aguanto mucho. Me dicen que no tengo carácter, que parece que tomo demasiado a la ligera las cosas, pero para tensarme de más, dont worry be happy o como dijera el ex beattle Live and let die. Me dicen que soy re ojete porque vengo del Norte. Soy muy machista, aunque yo digo estar embarazado, así que ni tan machista. Además soy víctima del sistema y de la sociedad. Es más mal pedo Papa Pitufo que tiene a los pitufos en una aldea de tornillos con una sola tuerca a la que llaman pitufina y a la que no deja que toquen porque es hermana. Pero nel, Gargamel la creo. Eso si es ser ojete y ahí nadie dice nada.

Estoy pirata. A veces mucho, otras no tanto. A veces nomas me rio y otras me da awite llorar. Soy bipolar, pero ando más en el lado polar, al bi no he ido. A veces sucumbo al lado oscuro, pero en chinga saco mi lamparita y todo arreglado. Pero soy buen pedo y como dije, también medio buey. O veces buey completo. Pero igual estoy en el tope de la cadena alimenticia.

Destapo la otra cagua y le sale espumita, se congela la botella. A toda madre.

Escucho justo en este momento una rola que me gusta un chingo. Digo que es mi himno, se llama “pendeviejo” de los auténticos decadentes. Me pasa y no es un valemadrismo:

Si la luz se apaga
quiero ser un pendejo
aunque me vuelva viejo
que no se apague nunca
lo que llevo adentro
quiero ser un pendejo
sentir todo es nuevo de nuevo
abrir el corazón
con un cana al viento
quiero ser un pendejo
aunque me vuelvo viejo
quiero vivir cien veces la vida

Aunque no me gustaría vivir 100 veces la vida, solamente con vivirla una vez y bien vivida me basta. Sin arrepentirme de nada y disfrutar lo nuevo que vaya resultando. De nada me arrepiento hasta ahora. Todo es nuevo, incluso volver a ver una película resulta nuevo, veo cosas que no vi la primera vez y eso para mí ya es novedad. Pero tampoco pido inmortalidad, ni aunque sea por 100 veces la vida, esa ya sería mucha violencia.

Simón estoy pirado y a veces pirata, pero así soy, así me toco viajar y así viajo. Pero neta, soy buen pedo. Si no me creen, pregúntenle al Ariel.